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El arte del adiestramiento no ha dejado de sufrir el asalto de nuevos métodos

Podhajsky da a conocer a los mejores autores, para que de esta forma, sus métodos permanezcan incambiables

El coronel Podhajsky en la introducción de su tratado “La Equitación Clásica” para más claridad y entendimiento de la misma, nos ofrece un corto estudio sobre las obras citadas por su excelencia Von Holbein y sus autores: La Guérinière, Max von Weyrother, Louis Seegery, Von Oeynhausenj, referencias que nos parece necesario que todo aficionado debe conocer

Las obras que el Coronel Podhajsky  menciona a continuación, nos descubren otro hecho que debemos saber: el arte del adiestramiento, acondicionado por las leyes de la naturaleza, no ha dejado de sufrir el asalto de los nuevos métodos, teniendo que conocerlos para aceptarlos o rechazarlos, para de esta forma permanecer incambiable.

Robichon de la Guérinière

François Robichon de la Guérinière, del que hemos hablado, fue profesor de equitación del rey Luis XV. Por primera vez tenemos noticia de su actividad cuando en 1716, tomó la dirección de una célebre academia de equitación en París, que anteriormente estuvo dirigida por su propio maestro Antoine de Vendeuil. Desde 1730 hasta su muerte en 1751 dirigió la Academia de las Tullerías. Las academias reales eran creación de Pluvinel, que 100 años antes había sido maestro de equitación de Luis XIII.

En 1733 apareció la primera edición de la obra de La Guérinière bajo el título de “Escuela de Caballería”, conteniendo el conocimiento, la instrucción y la conservación del caballo. Muchas de las ediciones siguientes salieron con otros títulos, como “Elementos de Caballería”, 1740-41-57 y 58; “Manual de Caballería”, 1742; además de otras ediciones.

Por su claridad y su importancia fundamental, la obra de La Guérinière fue impuesta por su excelencia von Holbein como libro base para el adiestramiento practicado en la Escuela Española de Viena. En su introducción, La Guérinière dice que no solamente hay que exponer su propia enseñanza y sus principios, y así él mismo ha extraído de las obras de los mejores escritores y las ha completado con su experiencia personal y con los consejos de los especialistas, como su maestro Vendeuil y los predecesores de este último: Plessis y de la Vallée.

La Escuela de Caballería comprende tres capítulos:

  1. El conocimiento del caballo y de todo lo que le concierne.
  2. El adiestramiento.
  3. El tratamiento de las enfermedades.

Este enunciado es ya una clara indicación de los conocimientos indispensables que deben ser exigidos a un verdadero jinete. Desgraciadamente, en el saber teórico se comprueba últimamente una sensible negligencia en todas las disciplinas ecuestres, la teoría se hace más y más superficial; este defecto se acrecienta en proporciones espantosas.

El objeto de los métodos de La Guérinière era el siguiente: Mediante un trabajo sistemático, educar al caballo de silla tranquilo, dócil y obediente, fácil de manejar y agradable para el jinete. Estas cualidades sirven también para el caballo de escuela, así como para el caballo de caza o el de armas. Los métodos del célebre maestro han perdurado en la Escuela Española.

Max von Weyrother

El caballero Max von Weyrother era descendiente de una familia de jinetes de la antigua Austria. Uno de sus antepasados, Adam Von Weyrother, era oficial de caballería y tenía fama de ser un gran conocedor de caballos. Más tarde fue profesor de la escuela de equitación de Bruselas y, finalmente, en los años 1729 a 1740, fue profesor de la Escuela Española de Viena. En 1733, Adam fue elevado al rango de caballero del Imperio. Dejó dos obras, una escrita en francés sobre la doma del caballo, la otra en alemán sobre la medicina veterinaria. Su hijo Franz Von Weyrother fue desde 1754 a 1760 profesor de equitación en la Escuela Española de Viena, después se pasaría al ejército Imperial y es él quien, probablemente, llegó a ser más tarde el mariscal del mismo nombre.

El caballero G. Weyrother fue nombrado profesor de equitación en mayo de 1810, pero no se sabe nada de su vida anterior.

En 1813 es todavía mencionado como profesor en la Escuela Española de Viena; en 1815 fue nombrado inspector de dos escuelas de equitación imperiales e hizo, en 1818, con el caballerizo mayor un viaje al extranjero para visitar las escuelas de equitación de diferentes países. Murió en febrero o marzo de 1829.

El miembro más importante de esta familia de jinetes fue el caballero Max Von Weyrother (hermano de G. Weyrother). Se dice de él que, desde 1810 hasta primeros de julio de 1813, fue profesor en el instituto militar de equitación deWiener Neustadt. Renunció a este puesto para ocupar, por proposición del mariscal Radetzky, un puesto provisional en la corte Imperial. En noviembre de 1813 trabajaba ya en la Escuela Española al caballo semental “Confitero”. En 1815 fue el nombramiento de Gottlieb Von Weyrother como Inspector Imperial y Real de las escuelas de equitación de la corte y designado profesor de la Escuela Española. En 1814 se le confió probablemente la dirección de esta escuela. En 1825 empezó a ser jefe de los jinetes de esta escuela, que era llamada por esa época “Escuela de equitación de la ciudad”. En 1830 fue nombrado director jefe de las dos escuelas de equitación (la Española y la Escuela militar de equitación), y en 1831 debió recibir el título de Inspector Imperial y Real en las escuelas de equitación.

En diciembre de 1833 sus amigos sufren la pena de verle morir demasiado pronto. Sobre su edad no existe ninguna indicación precisa. Empujado por el conde Frantmannsdarff Weinsperg, publicó en 1814 un pequeño libro titulado “La forma de encontrar la brida adecuada para frenar al caballo”. Después de su muerte en 1836 aparecieron reunidos por sus amigos los “Fragmentos” de los escritos dejados por el profesor de equitación Imperial y Real de Austria, el caballero Max von Weyrother.

Los “Fragmentos”, publicados en 1836, dan una idea del alto valor de este hombre, cuya reputación era tan importante que se le pidió que pusiera en marcha un plan de enseñanza para el instituto austriaco de equitación militar, y tomó posición decisiva en las cuestiones concernientes a la caballería austro-húngara. En ese pequeño libro publicado hace más de cien años, se encuentran definidos los principios de la doma en vigor hoy día en la Escuela Española de Viena; los jinetes de la antigua escuela han transmitido su herencia de generación en generación.

Weyrother, que se refería estrictamente a las enseñanzas de La Guérinière, se ocupa, ante todo, en sus relatos, de la formación del jinete. En cuanto al caballo, piensa que hay que desflorarlo. Él fue el autor de la fórmula del “Jinete que piensa”, en uso actualmente en la Escuela Española, poniendo de relieve la necesidad de suministrar a la habilidad práctica el apoyo de los conocimientos teóricos.

El nombre de Weyrother se extendió más allá de las fronteras de Austria. En su libro aparecido en 1830 en Dresde bajo el título “Algunas nociones sobre nuestros nobles amigos los caballos”, el barón G. Biel escribe que “casi todos los picaderos de Alemania están en un triste estado, que los caballos son deformados de una manera contraria a la naturaleza y que se busca en vano la verdadera equitación”. Y añade “Vine a Viena, vi montar a los jinetes de la Escuela Española y sentí que la equitación era tratada siguiendo otros principios que en los picaderos que yo había visitado en otra parte. Solamente oyendo al Profesor Imperial y Real, el caballero Max Von Weyrother, siento que los principios de la verdadera equitación me son claramente conocidos. Me sentiría feliz si pudiera criar los caballos para un picadero como el que dirige M. de Weyrother. Entonces en breve plazo nadie osaría decir que los nobles caballos ingleses no son propicios para la equitación”.

Esta es una atestiguación que refleja la grandeza y la importancia de este hombre.

Louis Seeger

Nació de una familia de profesores de equitación, dirigió el primer Instituto privado de equitación de Berlín, el “Seegerhof ” (picadero Seeger). En 1844 apareció su sistema de equitación dedicado al Príncipe Guillermo de Prusia, el futuro emperador.

Este excelente manual de equitación, presentado bajo una forma clara, proporcionó a Seeger la Medalla de Oro al Mérito.

Además publicó en 1852 “El señor Baucher y sus giros de fuerza”, serias advertencias a los jinetes de Alemania, libro en el cual tomaba enérgica posición contra los procedimientos del jinete francés, origen de tantos estragos.

Seeger fue alumno de Max von Weyrother. Su sistema de equitación refleja enteramente la influencia de su ilustre maestro y de sus principios en vigor en la Escuela Española de Viena, donde es de mayor cuidado el que el caballo de escuela sea, en todo tiempo, de perfecto servicio. El lector vuelve a encontrar en esta obra las frases de los “Fragmentos” de Weyrother; sin embargo, la obra de Seeger tiene más amplitud, completada por las propias experiencias de este maestro. Expuso en una serie bien ordenada los antiguos principios de La Guérinière y Weyrother. Un amplio espacio de su obra trata de la cuestión del equilibrio y demuestra, por las leyes de la Física, sus bien fundadas afirmaciones. Desgraciadamente sus principios concernientes al levantamiento del cuello del caballo y al uso de la espuela, fueron frecuentemente mal comprendidos, lo que no ayudó a la causa de la equitación.

El mérito de Seeger fue el de lograr componer, con la oposición de sus contemporáneos, una obra fácilmente comprensible, de donde se puede sacar aún valiosas enseñanzas.

Von Oeynhausen

El barón Oeynhausen descendía de una vieja familia de jinetes del norte de Alemania. Ex alumno de diferentes escuelas de equitación alemanas, fue durante muchos años instructor bajo las órdenes del comandante en el Instituto central Imperial y Real de equitación de Salzburgo.

Oeynhausen escribió varios libros de equitación, en los cuales daba como bases las exposiciones teóricas de sus conferencias en el Instituto central.

Hizo publicar las siguientes obras:

1845: Equitación salzburguesa, conferencias teóricas sobre la equitación, por el capitán von Oeynhausen.

1848: Método de adiestramiento, del jinete y del caballo.

1849: Algunas nociones de equitación y de conocimiento del caballo para uso en particular de los oficiales montados de la infantería, por von Oeynhausen, primer instructor bajo las órdenes del comandante del Instituto central de equitación de Salzburgo.

1865: El aficionado a los caballos, por von Oeynhausen, teniente coronel e instructor en la Escuela central de caballería.

1865: Preguntas y respuestas en la Escuela central de caballería, para el adiestramiento del caballo con fines militares.

1869: Modales del caballo y posición del jinete, por Oeynhausen, coronel y primer instructor en la Escuela central Imperial y Real de caballería.

En el prólogo de su Método de la doma, Oeynhausen dice que muchos se encontrarán los métodos ya leídos en otros libros de equitación, pero el objeto de la obra es la de recopilar y dar a conocer todos los principios utilizables para el adiestramiento del caballo. En los escritos de Oeynhausen se observa netamente la influencia de Weyrother; él también reproduce palabra por palabra los preceptos de este gran jinete.

¿Fue Oeynhausen un alumno de Weyrother o de la Escuela Española? Esta es una pregunta que no es posible contestar hoy día. En todo caso, conocía muy exactamente esta última, en particular los saltos practicados en esta escuela.

Como última indicación concerniente al adiestramiento en la Escuela Española de Viena, su excelencia Von Holbein cita el Reglamento del ejercicio para el uso de la caballería Imperial y Real, donde se vuelven a encontrar las obras de Weyrother, Seeger y Oeynhausen. Este Reglamento constituye un excelente manual y supone, por su forma condensada y breve, una enseñanza ecuestre práctica.

Imagen de Inicio: Podhasjky y el arte del adiestramiento.

Texto y fotos: Redacción.

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