Escalón 3 de la Escala de Adiestramiento: El contacto

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Vamos a daros algunas definiciones sobre el contacto en Doma Clásica. El Handbook de la FEI (Federación Ecuestre Internacional) es un manual para jueces y jinetes donde se detalla, con todo tipo de apreciacions, los diferentes ejercicios de Doma Clásica y cómo se puntúan. Respecto al contacto, el Handbook de la FEI nos dice: “El contacto es la suave y constante conexión entre la mano del jinete y la boca del caballo. A consecuencia de las ayudas del jinete, el caballo avanza rítmicamente buscando el contacto con la mano del jinete, o lo que es lo mismo, debe entrar en el contacto. El caballo busca el contacto y el jinete proporciona el contacto”.

Os dejamos otra deficinión, esta vez del jinete internacional Víctor Álvarez: “Entendemos por buen contacto el que se da de forma constante y suave entre la mano del jinete y la boca del caballo”. “La relación que se establece entre la boca del caballo y la mano del jinete a través de las riendas, que viene determinado por el apoyo que toma el caballo sobre la mano del jinete y no por la tensión que ejerce la mano del jinete sobre la boca del caballo”.

Diego Martínez y Supermán

La definición de la Federación Hípica Alemana sobre el contacto es la siguiente: “El contacto es la conexión entre los posteriores y el dorso del caballo, la mano del jinete y la boca del animal, a través de las riendas. Pero el contacto no significa que el caballo ponga todo su peso de la cabeza, en las riendas o en la mano del jinete. Más bien se busca un contacto flexible, suave y uniforme. El caballo debe masticar satisfecho el filete, la embocadura”. El contacto es la constante conexión, uniforme en ambas riendas, entre la mano del jinete y la boca del caballo. La idea clave es que el caballo busca el contacto mientras que el jinete lo permite. Así lo define el reglamento de la Federación Ecuestre Alemana. Esta definición ha sido válida para el mundo entero al haber sido aceptada por la FEI.

El contacto es la base para poder realizar correctamente otros ejercicios. Para llegar a tener un buen contacto el caballo debe aceptar la embocadura perfectamente.

El contacto sería perfecto cuando el caballo diera y nos ofreciera la sensación de llevarse a sí mismo sin necesidad de que ese contacto hiciera de «quinta pata», sin cuyo soporte se nos «caería» sobre las espaldas.

Es importante que nuestro contacto no interfiera en el equilibrio del caballo. El contacto no es un elemento de sujeción sino de control.

No hay que llegar a trabajar con las riendas colgando ya que para tener un contacto suave primero este debe existir. Muchas veces, los errores o defectos del contacto deben buscarse más en problemas con el ritmo, el equilibrio o la actitud psicológica que en el contacto en sí.

SIGNOS DE UN MAL CONTACTO:

  • El caballo agita la cabeza.El caballo agita la cabeza.
  • El caballo pasa la lengua por encima de la embocadura.
  • El caballo rechina y/o muerde el filete.
  • El caballo intenta arrancar las riendas de la mano del jinete.
  • Se muestra alguna de las dos riendas sin contacto.
  • El caballo saca la lengua por los laterales de la boca.
  • Es intermitente.
  • El caballo se enrosca claramente evitando el contacto.

SIGNOS DE UN BUEN CONTACTO:

  • El caballo masca suavemente la embocadura.
  • Es duradero.
  • El caballo mantiene una actitud fija y constante.
  • El caballo sigue manteniendo un buen ritmo y una buena soltura.
  • El caballo segrega una saliva blanca y densa.
  • El caballo busca la embocadura mediante una nuca recta y flexible.
  • El caballo acepta un contacto elástico con la boca tranquila, tascando suavemente la embocadura. La lengua no es visible.
  • La nuca es el punto más elevado.
  • La línea de la nariz está delante de la vertical, salvo en los ejercicios muy reunidos en los que estará plenamente en la vertical.
  • En aires medios y largos debe ser visible la elongación del cuerpo.

También queremos añadir que si un caballo no está completamente sano, en ocasiones le es imposible mostrar un buen contacto. Una boca sin cuidar, o un diente de lobo, puede impedir que el caballo acepte de buen grado la embocadura, ya que le puede producir dolor. Es también imprescindible que el dorso del caballo esté libre de tensiones musculares o rigideces, ya que tenemos que pensar que el caballo se mueve desde su tren posterior hacia el anterior, el caballo se mueve con toda su musculatura y esqueleto y cada una de esas partes debe estar completamente sana y libre de rigideces para conseguir un buen contacto.

Problemas en el contacto

Los problemas de contacto pueden ser derivados de varios componentes, debemos ser capaces de analizar bien por qué un caballo no nos ofrece un buen contacto. Lo difícil de verdad es dar con el diagnóstico correcto del caballo, como entrenadores debemos aprender a analizar por qué un caballo tiene problemas de contacto y debemos desarrollar esa capacidad. Una vez tenemos el diagnóstico hecho, nos va a ser mucho más fácil poner la solución para mejorar el contacto del caballo.

Ángela Cortés y Florián

Provocar que tiendan a coger el contacto con la rienda que no te aceptan o buscar ejercicios que te liberen un exceso de contacto. Cada ejercicio te va a dar una solución en concreto.
En ocasiones, hay problemas con una rienda aislada que pueden venir por una curvatura natural que tiene el caballo que es más acentuada que en la otra mano. Ese caballo va a tener esa característica siempre. Hay que ser capaz de analizarlo y saber qué es lo que más nos conviene trabajar para igualar el contacto lo más posible.

Más que buscar ejercicios para mejorarlo es algo en lo que hay que tener atención permanentemente. Depende del problema que tengamos has de seleccionar unos ejercicios u otros, por ejemplo, cuando tienes un problema con las riendas puedes tenerlo por falta de tensión porque no te llena las riendas por el contacto, etc. Si pesa mucho en la mano problablemente las transiciones a menos nos ayudarán a reequilibrar al caballo mejorando el contacto. Si no nos llenan la mano los ejericios de ir hacia delante nos ayudarán a que nos llegue el contacto hacia la mano.

La influencia del asiento en el contacto

Cuando el jinete no controla su cuerpo es muy difícil que el caballo nos pueda ofrecer un buen contacto. Para que se mantenga el contacto constante, lineal y agradable, el jinete no debe molestar al caballo con un mal asiento. Si no es capaz de acompañar el movimiento del caballo con un buen asiento, le complicará la vida al pobre caballo. El contacto solamente puede producirse en el mo¬mento en el que tenemos un control absoluto sobre nuestro cuerpo, solo de esta manera permitiremos el movimiento libre del caballo.

Un jinete que no controla las piernas, las riendas o su asiento no va a controlar tampoco el contacto. Solo los jinetes más experimentados pueden entender y sentir un buen contacto. Por este motivo, los alumnos que están empezando deben trabajar al trote levantado, aprender a equilibrar su cuerpo encima del caballo y coordinar sus movimientos mientras el caballo está al trote o al galope. Ser capaz de absorber los movimientos de un caballo al trote y no molestarlo en un trote largo es una habilidad que únicamente podemos desarrollar con muchísimas horas de entrenamiento. Incluso así, en este ejercicio (trote largo) en numerosas ocasiones vemos a los jinetes cómo se apoyan en la boca del caballo para no perder su equilibrio, provocando una falta de equilibrio en el pobre caballo. El contacto solamente puede producirse en el mo¬mento en el que tenemos activamente un control absoluto sobre nuestro cuerpo. Requisito para el contacto correcto es la independencia de nuestra mano, de nuestro asiento, de nuestra pierna. Nunca encontra¬remos el contacto correcto si necesitamos las riendas para sujetarnos.

Texto y Fotos: CAVA Centro Ecuestre / Agradecemos a los alumnos del CAVA este fantástico trabajo.


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