Al mismo tiempo que le hacemos las flexiones con el serretón, en estos 15 días le ponemos al potro un sudadero con su cincha, con paciencia, con cuidado la cara del potro mirando a la izquierda con casi 45º de flexión. En esta postura podrá echar la grupa a la derecha, pero si insistimos, al rato se quedará quieto. Hay que procurar que no se caiga el sudadero, poniéndolo con la mano izquierda y acariciándolo con la derecha por si se asusta el potro. Con la cincha también suele moverse y hay que hacerlo muy despacio hasta que quede lo suficientemente apretada para que no se mueva el sudadero.
Desde este momento, todo el adiestramiento se hace con el sudadero puesto. Cuando ya lo admite sin problemas, se cambia por una montura ligera sin estribos, se le siguen dando las flexiones al principio y al final, según el potro vaya admitiendo con tranquilidad y por este orden: flexiones, sudadero, cincha, cuerda a las dos manos.
Las sesiones serán de 30 minutos por la mañana y 30 por la tarde, más o menos. Se le ponen los estribos y si va a llevar vaquera, la baticola, aunque el día que le pongas la baticola, lo más seguro es que intente botarse. Si lo tienes bien flexionado, te darás cuenta de que el potro obedece, y cambiándole el sentido de la fuerza, en este caso tirando hacia a ti, y tú andando hacia la grupa, le tuerces la cara y no le dejas botarse.
Una vez que la montura tiene los estribos puestos y que el potro los admite, tienes que empezar al final de cada lección a poner un pie en el estribo con la cara del potro mirando al jinete, aunque no de forma exagerada. El jinete agarra un mechón de crines hacia la mitad del cuello con la mano izquierda, y con la derecha la parte delantera de la montura (es más común la derecha en la parte trasera, es casi lo mismo, pero más adelante veremos el porqué).
Forma de subirse a un potro con el serretón
Metemos el pie en el estribo despacio, acariciándole y hablándole suave al potro. El primer día nos conformamos con eso. El segundo día, si el potro está tranquilo nos colgamos un poco del estribo, seguimos por el mismo orden, pero empezamos por poner la montura. El orden será: poner el serretón, poner la montura, hacer flexiones, cuerda 15 minutos a la izquierda y 15 a la derecha, flexiones, hacer ademán de subirse, primero por la izquierda y después por la derecha.
Flexión directa con el serretón
Nos ponemos al lado de la espalda izquierda del potro, lo acariciamos, con la mano izquierda le subiremos la cara tirando del serretón y si hace falta, con la mano derecha empujamos por la barbada. Llevamos el pico (parte baja de la cara, de la muserola hacia abajo) bastante arriba sin forzar, después, despacio, lo traemos hacia el cuello, procurando que la cara no pase de la vertical, siempre que las orejas estén lo más alto del caballo.
Hay un momento en el que al potro le cuesta doblar la nuca. Le es más cómodo doblar el cuello por el medio. En este caso, las orejas no estarán en la posición más alta, no debemos permitírselo, insistimos en la posición correcta, así, poco a poco, repetimos el ejercicio. Subimos el pico, lo traemos hacia el cuello, cuando le cuesta trabajo, empujamos el serretón con la mano izquierda forzando un poco, así las veces que nos parezca. Con 10 flexiones en cada lección es suficiente.
En 15 días notaremos que esta gimnasia de cuello lo descontrae, dejándolo flexible. Esta flexión rudimentaria con el serretón es el principio de las flexiones Fillis, una de las bases más importantes de este método.
Flexiones laterales con el serretón
Con las orejas del potro lo más alto, se hace la flexión directa un par de veces, se acaricia y se empiezan las laterales. Se coge la cuerda cerca del serretón y empezamos a procurar que el caballo lleve la cabeza a un lado y a otro, no hace falta que pase de 45º, con la cabeza alta. Estas flexiones conducen a que el jinete pueda cambiar la dirección de la fuerza del caballo.
Un caballo para botarse tiene que engatillar las vértebras cervicales y siempre se bota detrás de la cabeza. En el momento en que le pongas la cabeza alta o ladeada le es imposible botarse, podrá saltar y dar coces, con dificultad, pero si no agacha la cabeza no podrá botarse de verdad.
Secuencia de flexión directa con el serretón
Las flexiones sirven solamente cuando los músculos de la nuca están totalmente flexibles, cuando el jinete, con muy poco esfuerzo, consigue colocarle la cabeza al caballo en el sitio que le conviene. Si cada vez que sale el potro al picadero le haces las flexiones 10 minutos antes y después del trabajo, en 15 días el caballo tendrá los músculos de la nuca completamente ablandados.
Ilustración de flexiones del Tratado de Baucher. Este maestro tuvo muchos plagiarios sobre su método
Estas flexiones las inventó Baucher y las rectificó Fillis, son la base de este método, y hay que hacerlas lo más posible. Es aburrido, pero cuando te das cuenta del resultado habrá merecido la pena.
Texto: Gregorio Moreno Pidal – Libro editado por Lettera «Doma de Campo» / Fotos: Redacción