Luis Lucio, escuela de doma

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Presentamos a uno de nuestros más veteranos y experimentados jinetes de Doma Clásica. Su nombre: Luis Lucio. Nuestro protagonista se levanta cada día a las seis y media de la mañana. Ducha y desayuno son los primeros deberes de la jornada. A continuación se dirige hasta el garaje, donde contempla los más de doce pares de botas de montar que ha ido acumulando durante los últimos quince años; ahí están las Cavallo (duras y magníficas), las König y las holandesas Petri, que tan buen resultado le han dado siempre. Elige un par de ellas, les limpia el polvo y les da crema. Cada día usa unas botas distintas porque sabe que la clave para que duren toda la vida es rotarlas y ponerse en manos del magnífico zapatero que descubrió años atrás en Barcelona.

Repaso matutino
En el garaje están sus dos coches y su moto, conservados también con el mimo y el cuidado del coleccionista. Los motores son su otra gran pasión. Elige uno y se va hasta el club, la hípica de Llavaneras, en el que lleva más de dos décadas. Atrás queda su casa, mirando al mar desde la distancia. Durante el trayecto a veces oye música, repasa la agenda del día… En cuanto llegue al club hará una puesta en común con sus ayudantes.

El coleccionista de sillas
A las 7,45 horas, Mohammed, su mozo, le pone al día de las últimas novedades
de los animales de su cuadra. Se acerca al guadarnés y elige una montura, que al igual que las botas, también hay que rotarlas. En total, son seis, y una de ellas tiene también veinte años, con unas cuantas reparaciones sobre su asiento. Y ahí está, sólida, prestando sus servicios. La silla ha caído sobre el lomo del primer caballo de la mañana, que previamente ha calentado uno de los ayudantes.

También se hacen hueco en los montureros las dos Hafner, que vienen de los tiempos de cuando montaba con el gran maestro Herbert Rehbein en Hamburgo; o la Alherich, diseñada por el propio Klimke y bautizada con el nombre de su famoso caballo. Hay una muy antigua, la Forrestier, estilizada y ligera pero falta de solidez; y las sillas Luis Lucio, las que Zaldi ha diseñado con sus propias indicaciones y que son las sustitutas de la primera. Completa el repertorio la también famosa silla adaptada por el propio jinete: la Llavaneras.

Rutina necesaria
A caballo, la mañana transcurre igual la mayoría de los días. Luis sabe que la rutina es un hábito importante para un jinete profesional. Tras el primer caballo habrá que montar el segundo y cada tres, sacará hueco para un pequeño descanso.

Llega el turno de ver la equitación desde tierra. El descanso escribe un punto y seguido en el deporte en sí y abre el apartado de la docencia. Es el turno del primer alumno, al que le seguirá un segundo, para a continuación volver a entrenar y trabajar caballos. A todos sus alumnos les inculca la constancia, la disciplina y la buena equitación, la tradicional, la clásica, la que es eficaz.

Los ayudantes y mozos de Luis Lucio van recogiendo los caballos a medida que van concluyendo el entrenamiento. A veces lo hacen de la mano, y otras, montados. Además, una buena costumbre es pasearlos cada día por los magníficos caminos que rodean el campo de la parte alta de Llavaneras. Caminos de subida y bajada donde los animales se musculan y se estiran naturalmente.

Psicología ecuestre
Luis Lucio es uno de los más reputados profesionales de la Doma Clásica en España. Ha sido uno de los pioneros, de los que han abierto camino cuando la monta a la vaquera parecía la única opción válida. Ha sido un camino de autodidactas, aprendiendo siempre de los mejores profesionales allí donde se encontraran, sin que la distancia fuera para él un obstáculo. Hoy hace un Master de Deportistas de Alto Rendimiento en Madrid y descubre que cuando más se sabe mucho más es lo que queda por aprender. La psicología deportiva en el ámbito ecuestre está por estudiar, no hay nada específico, hay que aprender de otros campos y adaptar lo aprendido al mundo del caballo. Las técnicas de Pat Parelli, adaptadas a la Doma Clásica, han supuesto todo un método de integración del aprendizaje que sus ayudantes aplican diariamente.

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