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Problemas frecuentes en el cambio de pie aislado por Arthur Kottas

El ejercicio que siempre arranca un aplauso entre el público a examen

El caballo no cambia, cambia de pie de forma incorrecta o imprecisa, sale disparado después del cambio o se tuerce y balancea; el caballo “se revoluciona“ al cambiar de pie o inserta un tranco de trote. Estos son algunos problemas del difícil ejercicio que en este artículo nos soluciona el instructor jefe más joven de la Escuela de Equitación de Viena, Arthur Kottas.

PROBLEMAS FRECUENTES EN EL CAMBIO DE PIE AISLADO

El caballo no cambia de pie

  • Puede ser que el caballo no esté listo para hacer cambios de pie.
  • Es posible que el galope no esté bien preparado, debe ser equilibrado, activo y relajado.
  • Quizás las ayudas no coinciden con el movimiento del caballo (aplicarlas en el momento preciso) o les falta precisión.

El caballo cambia de pie pero de forma incorrecta o imprecisa

  • El caballo solo cambia de delante. La acción de la mano precede a la acción de la pierna: la acción de la pierna no es suficientemente  precisa y no se aplica en el momento correcto. Si a pesar de que el jinete da las ayudas correctamente, el caballo persiste en ello, puede ser necesario dar un toque con la fusta en la grupa del mismo lado que la pierna del jinete.
  • El caballo cambia en dos tiempos. Las ayudas del jinete no son simultáneas; están mal coordinadas. Alternativamente, puede que el caballo no esté derecho en las espaldas o el tercio posterior.
  • El caballo se adelanta al cambio. Esto es porque el caballo ha comprendido el ejercicio y se adelanta a las ayudas. Tranquilízalo, vuelve a calmarlo y empieza de nuevo con ayudas bien definidas para la salida al galope. Si el caballo persiste en adelantarse, pasa varias veces por el mismo lugar sin pedir el cambio. O cambia de lugar para pedirlo.
  • El caballo cambia tarde. Esto puede ocurrir por falta de preparación del galope previo, porque el caballo no estaba listo en el momento de pedir el cambio o por falta de decisión y precisión en las ayudas. (¡La precisión lo es todo!)

El caballo sale disparado después del cambio de pie

Usa unas ayudas más ligeras, más suaves. Tranquiliza al caballo con la voz, deja de galopar a los pocos trancos y paséalo con riendas largas. Empieza de nuevo con mucha calma.

 

El caballo se tuerce y se balancea mucho

El cambio de flexión es excesivo (mantén ambas riendas prácticamente por igual) y/o la pierna actúa demasiado atrás o demasiado fuerte. Todas las ayudas pueden ser demasiado fuertes.

El caballo “se revoluciona” al cambiar de pie

  • Puede que el caballo mentalmente no esté preparado para el cambio de pie. Baja el listón del entrenamiento hasta que reúna las condiciones necesarias.
  • Las ayudas son demasiado rápidas o demasiado fuertes (normalmente la acción de la pierna y de la parte superior del cuerpo).Actúa con más tacto y suavidad. Tranquiliza al caballo antes y después del cambio.
  • El caballo reacciona demasiado fuerte. Algunos caballos muy nerviosos se resisten y “se revolucionan” al tratar de enseñarles el cambio de pie. Desgraciadamente, el cambio de pie no se puede enseñar desglosado por partes. Obviamente requiere una larga preparación, pero al final hay que intentar pedir el cambio de pie en su totalidad, de golpe.

Con este tipo de caballo es mejor emplear el siguiente método para enseñar los cambios de pie (el ejemplo es de derecha a izquierda):

– Trabaja las salidas al galope desde el trote a ambas manos y ambos galopes (firme y trocado).

Procura un galope redondo, relajado pero activo.

– Coge la diagonal galopando en firme a mano derecha y haz una transición al trote en el primer tercio de la diagonal. Repite varias veces.

  • Después de trotar unos trancos, pide galope a la izquierda hacia el segundo tercio de la diagonal. Sigue por la pista y haz un círculo a la izquierda. Acaricia.
  • Poco a poco y con mucha calma, debes ir reduciendo el número de trancos del trote entre ambos galopes.
  • Finalmente, reduce suavemente el galope a la derecha para preparar la transición, pero en vez de caer al trote, cambia las ayudas del galope con mucho tacto. El caballo cambiará de pie.

Al enseñar a un caballo “fuerte” por primera vez, se trata más de permitir el cambio de pie (de modo que el caballo comprende lo que hay que hacer) que de pedir el cambio de pie.

Mi caballo inserta un tranco de trote

Este problema guarda relación con la pregunta de un alumno: “Mi caballo cambia de pie con facilidad de derecha a izquierda, pero sistemáticamente añade un tranco de trote al cambiar de izquierda a derecha. En el primer intento cambia correctamente, pero después vuelve a caer en su viejo hábito, se adelanta a mis ayudas y añade un tranco de trote antes de cambiar de pie”.

Este es un problema interesante y no tan fácil de resolver. Lo primero que se me ocurrió fue preguntar lo siguiente:

  • ¿Tu caballo lleva sangre de trotón? (A lo largo de los años, los caballos procedentes de líneas de trotones a veces presentaban problemas en el trabajo de galope).
  • ¿Al enseñarle a cambiar en el aire has pedido el cambio directamente o lo has enseñado a través del trote?

Para resolver el problema creo que hay que montar los últimos trancos antes de pedir el cambio con sumo cuidado: reunir más, mantener bien las ayudas del galope a la izquierda, aunque ligeras, y tener ayudas muy claras, rápidas y precisas, en el momento justo para pedir el cambio a la derecha. Analizando más profundamente:

1. Intenta cambiar tu modo de proceder, detectando el momento preciso de actuar, adelantando o demorando tus ayudas, actuando con mayor rapidez o suavidad, con clara ayuda de la parte superior del cuerpo y abriendo o cerrando más los dedos.

2. Intenta averiguar si en un sitio sale mejor que en otro (línea recta, diagonal, antes de la esquina…). Averigua si resulta más fácil cambiar de galope trocado a firme, o viceversa.

3. Prueba si va mejor pedir el cambio con la misma cadencia, o si hay que aumentar o disminuirla un poco. Averigua la amplitud de tranco y la energía más apropiada.

4. Averigua la posición o el equilibrio más cómodo para tu caballo, cómo trabaja mejor (más o menos en la mano, más o menos reunido, mayor o menor descenso de la grupa, la nuca más alta o más baja, más o menos libertad…).

Averiguar estos factores debe ponerte sobre la pista. Debes observar… sentir…

Todos estos detalles influyen enormemente en la mente del caballo. Modificando los elementos necesarios obtendrás el resultado deseado. Muchas veces, ¡muy poco es suficiente!

 

Texto y fotos: La Equitación de Kottas, libro editado por Grupo Lettera, S. L.

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