El Salón Internacional del Caballo celebra su 30 aniversario lleno de esperanza
Faltan pocos días para que las puertas del Palacio de Congresos de Sevilla (FIBES) se abran de par en par. Este año celebraremos el 30 aniversario del Salón Internacional del Caballo (SICAB), un evento conocido en todo el mundo como el monográfico más importante dedicado a una sola raza, siendo además nuestra raza autóctona por excelencia.
Si hoy tuviéramos que aplicarle un titular a este 30 cumpleaños, tendríamos que llamarlo el año de la esperanza. La esperanza por recuperar el espacio perdido de estos años que nos robó la pandemia. Esperanza por ver cómo se desbordan los tres soportes del SICAB: ganaderos, caballos y público. Esperanza por poder recibir a nuestros clientes y amigos como lo hicimos en años anteriores. Pero sobre todo esperanza porque siga cayendo la incidencia de la Covid para poder lograr las esperanzas anteriores y cumplir las ilusiones que tenemos puestas en este treinta aniversario. Por el momento se palpa una gran expectación tanto en los medios nacionales como internacionales y se espera una asistencia de público muy superior a la de otros años.
Será porque tanto los españoles como los aficionados y ganaderos internacionales que nos visitan, estamos todos deseosos de soltar las cadenas de la pandemia y lanzarnos a llevar una vida normal, también por la ilusión de acompañarnos en esta ocasión tan importante para SICAB y cómo no para el PRE. Sea cual fuere el motivo, el resultado es que nuestros contactos por todo el mundo nos muestran un gran interés por esta XXX Edición. Por ello, es necesario estar a la altura de las expectativas creadas. En el caso que nos ocupa, se trata de un acontecimiento ecuestre importante, en Sevilla, una ciudad que cautiva a sus visitantes. Y como principal protagonista un caballo inigualable. Hay quien da más.
Hoy no es momento de hablar de jueces, de puntuaciones, ni de charranadas. Tiempo habrá para los abrazos, las enhorabuenas, las lágrimas y las desilusiones, como ya hemos dicho en otras ocasiones. Esto no es como antes, cuando los perdedores invitábamos a los que ganaban porque los ganaderos éramos amigos y no rivales y tampoco nos iba la vida en ello. Hoy el que gana sube a los cielos y reparte abrazos por doquier, pero el que pierde, se siente desgraciado, desamparado por los dioses y hasta desaparece sin despedirse de los amigos.
Hablando de esperanza, tampoco debemos perderla los que entendemos que es necesario un reglamento de concursos adecuado a los tiempos y, como venimos diciendo, estructurar el Campeonato del Mundo para que este tenga la categoría que se merece.
Por el momento solo nos queda elevar nuestras plegarias para que SICAB “recupere su aliento” y que todas nuestras esperanzas sean una realidad, e invitar a los ganaderos y aficionados del PRE a que nos visiten estos días y disfruten con nosotros del XXX aniversario de su fundación.
Fotografía de inicio: En el espectáculo de SICAB, seis yeguas de Yeguada Maipe: Tamarinda, Mágica, Macondá, Marraja, Mandarina y Reina, conducidas por Toni Ferreira montando a Tamarindo VI
Texto y fotografíass: Pedro Conesa de Yeguada Maipe. Exdirigente de ANCCE