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En casa va bien, pero en concurso no. ¿Qué puedo hacer?

¿Cómo puedo mantener la concentración en un concurso?

Ir de concurso es muy divertido. Has entrenado bien todos los ejercicios de la prueba y quieres enseñar al jurado lo bien que te salen. Es normal que te pongas un poco nervioso. Un jinete tendrá una sensación rara en el estómago, mientras que otro no habrá podido dormir en tres noches. Tu caballo lo nota y reacciona ante ello, pues cada caballo también es diferente. Pero por inmutable que seas, tú le transmites que algo pasa. Aprende a mantener la concentración, a ejecutar un buen calentamiento y mucho más en este post.

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En casa va bien, pero en concurso no, ¿qué puedo hacer?

Has de procurar que el concurso sea un día agradable para tu caballo y para ti. Eso solo es posible si estás bien preparado. Tienes que saber qué reprise debes correr y procurar dominar todos los ejercicios de la misma a la perfección antes de inscribirte. No participes si aún no tienes el nivel de la prueba. De lo contrario tendrás que forzar y tirar del caballo para intentar salvar la prueba, algo que no es ninguna experiencia agradable para él. Si la reprise está a tu alcance, procura haberla hecho al menos una vez y haberla leído detenidamente para saber el orden de los ejercicios y la dirección que debes tomar. La preparación también incluye la preparación de todas las cosas que tú tienes que llevar. Haz una lista de todo el material. Te servirá cada vez de nuevo. Tómate tu tiempo para trenzar. Cuántas veces vemos a la gente trenzando deprisa y corriendo, poniéndose nerviosos y gruñendo porque el caballo no se está quieto.

Procura llegar con tiempo al recinto del concurso, de modo que puedas mirar con calma dónde está la pista, dónde está la pista de calentamiento y si se mantiene el horario. Lleva al caballo a pastar de la mano un rato, para que pueda acostumbrarse al entorno de manera relajada.

El calentamiento no es más que eso: calentar los músculos, pero las prestaciones deben hacerse en la pista de concurso. En otras palabras, no debes cansar al caballo demasiado ni hacer un entrenamiento duro. Tampoco es recomendable pasearte solo al paso charlando con los demás. Debes concentrarte en tu caballo.

Muchos jinetes en un concurso se comportan de manera diferente de la habitual y luego acusan al caballo de que no va tan bien como en casa. Se olvidan de que ellos mismos de repente están dando señales confusas al caballo. Por ejemplo, si en casa estás acostumbrado a empezar tu entrenamiento de una manera determinada, debes actuar exactamente igual en un concurso.

¿Cómo puedo mantener la concentración en un concurso?

Algunos caballos se ponen tan nerviosos en un concurso que están menos receptivos ante el jinete. Debes enseñarle que se trata de algo divertido y no algo que inspira miedo. Puedes hacerlo llevándote el caballo a un lugar donde se hace un concurso y montarlo en la pista de calentamiento. Llevártelo de concurso, sin participar. Procura no molestar a los participantes. Haz lo mismo que harías en un calentamiento normal e intenta que el caballo se relaje. Cuando esto vaya bien, intenta participar en un concurso fuera de clasificación. De esta manera ya es algo más «real», pero sin tensiones, ya que no tenéis nada que perder. Llevándote un caballo nervioso a menudo y enseñándole que no hay nada que temer, se acostumbrará. Al mismo tiempo aplacarás tus propios nervios.

La concentración es un factor importante. ¿Cómo puedes aislarte de manera que no te afecte lo que pasa a tu alrededor, sin estar pendiente de los que estén mirando? Intenta recordar buenos momentos, un concurso o un entrenamiento que fue perfecto y mantén esa buena sensación en tu mente. No permitas que pensamientos ajenos a la prueba perturben tu concentración.

Si cometes un error o un ejercicio no te sale bien durante la prueba, no te obsesiones y sigue montando. Después de la prueba podrás comentarlo todo lo que quieras, pero durante la prueba tienes que seguir. Si sigues pensando en el error, pierdes la concentración. Si algo sale mal, podrás compensarlo sacando una nota alta en otra figura. Cuando algo va mal, debes resolverlo y seguir montando positivamente. En el próximo concurso tampoco debes pensar en lo que fue mal la vez anterior. Piensa en los momentos en que todo fue bien.

¿Has fallado un ejercicio? Vuelve a trabajarlo en casa.

¿Por qué debo calentar?

A nadie le extraña que los futbolistas hagan un calentamiento previo antes de entrar en el campo. En este aspecto, los caballos no difieren de las personas: primero deben calentar y soltar los músculos antes de poder dar un buen rendimiento. El calentamiento es muy importante. No solo en concurso, sino al iniciar cada entrenamiento. Además, te da la oportunidad de sentir el estado de ánimo de tu caballo. Esto puede variar de un día a otro. Según la sensación que te transmite, podrás determinar cuánto tiempo debes trabajar. También te conviene usar esta fase para eliminar tensiones, de modo que tu caballo trabaje de buena gana.

Todo el mundo suele calentar en un concurso. Forma parte del conjunto. Pero no todos los jinetes calientan a conciencia y tienen un plan en mente para hacerlo. Simplemente con unas vueltas y charlando con otros participantes no obtendrás los mejores resultados. Poner nervioso al caballo por tu propio estrés tampoco es recomendable. Calentando con método puedes preparar a tu caballo y a ti mismo para un óptimo rendimiento.

Puntos de atención:

  • Tienes que sentir cómo está tu caballo hoy.
  • Procura que esté y siga de buen humor.
  • Calentar la musculatura.

¿Cómo hago un buen calentamiento?

El buen calentamiento comienza al paso. Muchos jinetes apenas conceden tiempo a su caballo y a sí mismos para ello, y al cabo de una vuelta ya salen al trote. No debes olvidar que el caballo se ha quedado en el remolque o el camión al llegar al recinto del concurso y aún no ha tenido ocasión de mirar el entorno. Lo ve por primera vez cuando te subes y probablemente en ese momento también notará tus nervios. Al comenzar paseando tranquilamente al paso le das tiempo para acostumbrarse y a ti mismo para relajarte. Todo ello te da además la oportunidad de averiguar el estado de ánimo de tu caballo.

Tras la primera fase al paso, sigue un trote tranquilo. Algunos caballos se relajan mejor al galope que al trote. En tal caso, después del paso puedes trabajar un poco al galope. El primer trabajo de calentamiento debe incluir círculos grandes, transiciones paso-trote, cambios de ritmo para fomentar la concentración y un galope tranquilo. Todo ello con un contacto suave y trote levantado. Si tu caballo es muy nervioso, no empieces a galopar hasta que se haya desfogado un poco. O puedes hacer tramos cortos de galope, por ejemplo, a mitad de un círculo volver al trote, para no molestar a los demás participantes.

Durante el calentamiento puedes intentar calmar a un caballo nervioso dejándole estirar el cuello, o activar a un caballo holgazán haciendo unos ejercicios breves y activos y alargando, intercalando descansos al paso.

La morfología también es importante. ¿Lleva la nuca alta por naturaleza? Móntalo más abajo, para que conecte bien el dorso. Un caballo que suele llevar el cuello más bajo es mejor montarlo más arriba, para que no caiga sobre las espaldas. Tras una primera fase tranquila, puedes ir trabajando hacia algunos ejercicios del nivel del caballo.

Si algo no te sale durante el calentamiento, no sigas insistiendo y déjalo pasar. En casa iba bien, así que es muy probable que durante la prueba también salga bien. En el caso de que no sea así, la pista de calentamiento no es el lugar para intentar corregirlo.

Puntos de atención:

  • Cambios de ritmo para mejorar la concentración.
  • Caballo nervioso: intercalar mucho paso relajado.
  • Caballo holgazán: alternar trabajo breve y activo con descansos.

¿Cuánto tiempo debo calentar?

El tiempo de calentamiento varía en cada caballo. Es más, puede variar en cada concurso para el mismo caballo. Algunos factores son importantes. Procura tener el tiempo suficiente. Sobre todo, con un caballo joven es difícil saber cuánto tiempo necesitará. Dependiendo de las circunstancias, siempre variables, una vez puedes necesitar más tiempo para que tu caballo se relaje mientras que otra vez puede relajarse mucho antes. Sé flexible y adáptate. Si tu caballo está a punto y te sobra tiempo, siempre podrás intercalar un poco de paso o incluso ponerle una manta y esperar en un rincón tranquilo. Si te ha faltado tiempo, no se puede estirar.

Por otro lado, no debes cansar al caballo antes de tiempo. El calentamiento no significa agotamiento. Repasar toda la prueba durante una hora es demasiado. Si algo no sale bien, el concurso no es un lugar para intentar corregirlo. Evita las tensiones y guarda la corrección para el entrenamiento en casa.

Si no sabes cuánto tiempo calentar, puedes calcular 45 minutos. Enseguida notarás cómo está tu caballo. Adapta tu plan de entrenamiento a su estado de ánimo. Puedes intercalar más paso, o de lo contrario, hacer más transiciones.

Es importante saber cuándo te toca entrar en pista y qué binomio va delante de ti. Así puedes calcular cuándo debes volver a poner el caballo en la mano para tenerlo a punto.

 

Fotografía de inicio: las desilusiones invariablemente forman parte del deporte hípico. Aprende a encajarlas sin descargarlas en tu caballo

Texto y fotografía: del libro “Montar a caballo con sensibilidad” de Wim Bonhof/Tessa van Daalen editado por Grupo Lettera.

Montar a caballo con sensibilidad

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