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Diario de un domador (Parte 5)

Día 46

Lo saco al campo solo con el serretón. Lo llevo de reata desde otro caballo montado, se alegra un poco, pero obedece, así estoy una hora. Lo acerco a un coche y a una moto, se espanta poco.

Día 47

Me monto directamente en el picadero, doy paso, procurando alargarlo lo más posible, la cabeza la lleva bastante alta, tranquea muy bien, pasa la huella de la pata unos 30 centímetros por delante de la huella de la mano.

Parada y salida, hago varios ochos.

Empiezo el trote, alargo hasta que empieza a forjar y lo dejo al tranco de trabajo, más o menos a 12 o 13 kilómetros por hora, va bien y obedece a todas las ayudas. Los círculos los hago lo más grandes posibles.

Día 48 y 49

Realizo la misma operación que el día anterior.

El jinete pierde las riendas. En las primeras salidas al campo hay que ir preparado porque nos podemos encontrar problemas imprevistos

Día 50

Por la mañana lo mismo, y por la tarde lo saco al campo, montado y acompañado por dos jinetes. Anda muy bien y muy alegre al paso y al trote, se extraña un poco, recela de alguna cosa, sin más consecuencia, lo acaricio y le hablo.

Día 51

Me pongo unas espuelas romas, le pido el paso haciendo todos los ejercicios bastante bien, paso corto, alargamientos, parada y cambios de dirección a los dos lados.
Al trote va bien, alargando forja, hago paradas y alargamientos, hasta que forja, lo empieza a superar. Las espuelas las nota aunque voy con mucho cuidado.

Del día 52 al 62

Sigo trabajando igual. Esta etapa es la más aburrida, pero hay que afirmar bien al potro en el paso y en el trote. Estos ejercicios son la base para toda la vida del caballo, insisto en el tranqueo con la cara donde la quiera llevar.

Día 63

Repaso lo conseguido. El potro está manso, se deja herrar, se deja montar sin moverse del sitio hasta que lo mando, anda bien, tranquea mucho, trota muy bien corto, en alargamientos forja, pero mucho menos, empiezo a equilibrarlo, la boca la tiene muy suave, se deja mandar con el filete, ya no uso serretón, está musculándose, el cuello lo lleva alto y las orejas lo más alto del cuerpo, consigue ritmo al paso y al trote corto.

Día 64

Por la mañana hago todos los ejercicios de paso y trote, y por la tarde, le vuelvo a poner el serretón y le doy cuerda, salgo al paso, le abro el círculo, más o menos de 5 metros de radio. Lo pongo al trote y sigo impulsando con el látigo hasta que se pone a galope, parece que lo estaba deseando, galopa bien.

Día 65

Hago lo mismo.

Día 66

Lo mismo, al final de la lección lo galopo montando.

Del día 67 al 92

Paso, trote y galope con filete y espuelas. Paradas, medias paradas, círculos amplios, ochos y alargamientos. Dos días lo saco al campo, siempre acompañado por otro jinete. En el campo ejecuta los movimientos con más alegría, sobre todo al trote, ya no se forja y se emplea en los alargamientos con mucha voluntad. Al galope medio va muy bien, corto le cuesta conseguir el ritmo y al galope largo todavía no lo dejo.

La boca sigue muy suave, acepta el filete con un apoyo muy ligero.

Insisto en que tranquee metiendo las patas casi 30 centímetros. Empezamos con mucho cuidado a subirle la cara con el cuello estirado.

El potro ya trabaja atento a su jinete. Va reunido, afirmando el paso, el trote y el galope

Del día 93 al 121

Estoy en la mitad del tiempo fijado. Tengo al potro bastante bien, al paso, al trote y al galope.

Voy a empezar a reunirlo haciéndole las flexiones Fillis con filete y bocado al mismo tiempo. Por las mañanas seguimos paso, trote y galope.

Hago un recorrido de bidones, primero al paso y al trote, durante varios días. Cuando ya está seguro a estos aires, lo hago al galope corto, procurando que cambie de pie y mano. Este ejercicio a galope le cuesta mucho, pongo los bidones a 12 metros. El potro pone la cabeza donde me parece dentro de lo razonable. Mientras lo tranqueo, hemos conseguido que meta los posteriores, y la elevación de la cabeza la he supeditado al remetimiento de los posteriores, dándoles siempre prioridad a estos.

Día 122

Tengo 60 días para afinar todos estos aires, todas las semanas dos días de exterior. En estos 60 días, lo hago tranquear mucho y le subo la cabeza poco a poco. Este potro ha sido bastante fácil, se atrancó en el trote, pues forjaba durante bastante tiempo, lo demás lo hace bien, sobre todo galopa con cadencia, como es naturalmente remetido de piernas, empieza a reunirse con facilidad. En galope ligero se maneja bien dentro del picadero, en el campo le falta bastante para estar correcto.

CONTINUARÁ…

Texto: Gregorio Moreno Pidal – Libro editado por Lettera «Doma de Campo» / Fotos: Redacción

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