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¿Por qué el galope en trocado no tiene ninguna utilidad?

En un concurso de Doma Vaquera aún tiene menos utilidad, mezclado entre movimientos bellísimos

El galope en trocado es un movimiento en el que el jinete, por ejemplo en un círculo a mano izquierda, hace voluntariamente que su caballo galope a la mano derecha. Se trata de un ejercicio de flexibilidad. Juan Llamas nos habla de las imperfecciones, las ayudas precisas, la preparación para hacer un galope en trocado idóneo y su opinión sobre este ejercicio.

GALOPE EN TROCADO A AMBAS MANOS

La historia reciente

Cuando llegaron a España los vientos de la Doma Clásica, yo era un hombre hecho y derecho que no montaba mal. Los jinetes que destacaban entonces debían su nombre a un buen profesor, a la práctica y a la intuición, pero palabras como reunión, ligereza, galope en trocado o impulsión eran generalmente desconocidas.

En Madrid las cosas iban por el estilo. Se iba a dar un curso par a jueces de Doma Clásica en el Club Somosaguas, a cargo de un aristócrata alemán que era juez internacional. En la clase práctica nos repartió a todos un juego de tarjetas grandes, cada una con un número, del 1 al 10.

Se prestó de conejillo de Indias Maya Grasset, entonces campeona de España. Ejecutaba los movimientos que le pedía el juez, y luego éste nos pedía nota, y levantábamos cada uno nuestra tarjeta con números parecidos. Si las media nuestra era de 7, él nos decía que no teníamos ni idea y que él le daba 4 porque el caballo no tenía impulsión, y nosotros sin saber qué era eso.

Con el tiempo todos fuimos aprendiendo, y la Doma Vaquera incorporó a su repertorio de ejercicios el galope en trocado, como demostrando con orgullo que usando una sola mano puede con cualquier movimiento.

El galope en trocado, al exigir un caballo reunido, corresponde a la equitación superior, y no tiene ninguna utilidad salvo conseguir un caballo más flexible. Quizá por esta razón no se usaba en las faenas con el ganado bravo.

Galope en trocado

El galope en trocado

El Reglamento nos dice: “Es un movimiento en el que el jinete, por ejemplo en un círculo a mano izquierda, hace voluntariamente que su caballo galope a la mano derecha. El galope en trocado es un ejercicio de flexibilidad. El caballo conserva su colocación natural y por tanto colocado sobre la mano a la cual galopa. El caballo se mantiene incurvado hacia el lado correspondiente a su galope. Su conformación se opone a la incurvación de la columna vertebral sobre el círculo descrito.

El jinete, evitando toda contorsión, a causa de contracción y desorden, se esforzará sobre todo en impedir a las caderas desplazarse hacia el lado exterior del círculo y limitará las exigencias al grado de flexibilidad del caballo”.

Esta definición de un galope en trocado es posiblemente la más larga y difícil de entender que he leído en mi vida. Saint-Phalle, por el contrario, da ejemplo hablando poco y claro:

“El caballo galopa en firme si trabajando a la mano derecha galopa a la derecha, y galopa en trocado cuando trabajando a la mano derecha, galopa a la izquierda.”

El galope en trocado es mejor, y se puntúa más, con un caballo reunido cuyas batidas sean nítidas, bien marcadas y llenas de elasticidad, y no se le debe pedir a un caballo a media doma. Por eso Saint-Phalle aconsejaba:

“Si el caballo no galopa bien en firme, no es aconsejable galopar en trocado. La razón es fácil. El movimiento extendido del anterior derecho en el galope a la derecha tiene sus dificultades si se obliga a este remo a cabalgar por encima del anterior izquierdo, como si fuera necesario girar a la izquierda. En el momento de la batida, el anterior derecho soporta toda la masa, y le cuesta mover este peso.”

En efecto, en ese tercer tiempo del galope, el anterior derecho soporta y empuja toda la masa, que está sobre él. Pero si el caballo galopa en trocado girando a la izquierda, toda la masa está sobre él, claro, pero a su izquierda, con lo que el esfuerzo es mucho mayor.

Galope en trocado

Las imperfecciones

Aparecen en caballos cuya preparación fue deficiente, y casi no existen en caballos con equilibrio, un buen nivel de reunión y elasticidad en dorso y riñón.

La falta de reunión puede hacernos ver caballos desunidos, cambios de pie no deseados y hasta galopes en cuatro tiempos, y la falta de flexibilidad de la columna vertebral lleva a la pérdida de incurvación y a sacar la grupa.

Las ayudas

Este ejercicio no debe tener complicación para el jinete, porque en él no hay cambios de equilibrio ni de posición, ni de aires ni de velocidad.

Todo se reduce a galopar reunido a una mano haciendo el giro a la mano contraria.

Galope en trocado

La preparación

Una vez que el caballo está en la mano y galopa reunido, se empezará haciendo contracambios a lo largo de la pista. Cuando haga bien el galope en trocado por derecho, se pasará a hacerlo girando, teniendo en cuenta que al principio los círculos deben ser muy abiertos, y hay que esperar a que sean buenos para ir cerrándolos hasta llegar a la vuelta. Al final, el caballo debe galopar en trocado con la misma facilidad que si lo hace en firme.

Mi opinión

Debo confesar que no me gusta el galope en trocado. No puedo negar que es bueno para el equilibrio del caballo, y también para ponerlo derecho cuando tienen tendencia a atravesarse.

Este movimiento debió surgir en la equitación barroca francesa, que rizando el rizo de la perfección llegó a crear esta cosa tan poco natural.

Galope en trocado

He oído contar que hace unos cuarenta años, el Teniente Coronel Moreno fue destinado a la Academia de Artillería, a la que se incorporó a primeros de Enero. En esas fechas Segovia es heladora, y toda la ropa es poca. El teniente Coronel Moreno era un buen atleta y ya practicaba el “footing” en una época que nadie sabía qué era eso. Lo hacía antes de su trabajo –lo que significa rayando el alba- con pantalón blanco y camisa blanca. Y con método especial, “marca de la casa”. Los últimos quinientos metros los hacía corriendo hacia atrás, porque creía bueno trabajar los músculos de las piernas en el sentido contrario al de la marcha.

Imaginemos el espectáculo cuando un guardia municipal comienza su labor en un día muy frío viendo correr hacia atrás a un hombre –según su punto de vista– en camiseta y calzoncillos. Le detuvo, creyendo que se trataba de un loco, y le llevó esposado a la Comisaría de Policía. El supuesto loco no paraba de decir: “¡Soy el Teniente Coronel Moreno!”, pero ¿quién se lo podía creer?

Así veo yo el galope en trocado. Un contrasentido, como el Teniente Coronel Moreno corriendo para atrás. Puede ser un ejercicio bueno para la preparación del caballo, pero fuera de lugar en cualquier prueba, y más en un concurso de Doma Vaquera, mezclado entre movimientos bellísimos. Es además antiestético, y el público lo soporta sin pena ni gloria, esperando impaciente otros ejercicios con más garra.

 

Texto y fotos: La Doma Vaquera Actual de Juan Llamas editado por Grupo Lettera, S.L.

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